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jueves, 25 de septiembre de 2014

Las migajas del recuerdo


Me quedan migajas del corazón roto, de las ilusiones vanas, me quedan recuerdos de tus comentarios tristes, de tus viajes, de tus cuentos, de tus sueños rotos y nacientes, me quedan caricias vanas, de tus soledades mojadas, de tus memorias finas, de tus miradas perdidas, me quedan marcos rotos, de tus mirada vaga, vacía, de tu sabor amargo, de tu piel amarillenta, me quedan las migas, los restos de pan, que dejaste al irte, con otro, con otra, con otros y la puerta abierta. Aquí juntando con mis manos las migas que dejaste, los restos del pan comido por ambos, que tocamos juntos al compartirlo, que horneamos juntos luego de tocarnos humanamente y ahi quedo el pan, tirado, solitario, seco, duro por el paso del tiempo.
sigo juntando las migajas dispersas en la mesa sujetas al mantel violeta, sujetas a mi recuerdo, te fuiste y lo único que dejaste fue esto, los restos de aquella cena fatal, ultima, terminante y que ahora se va limpiando, despojando, para luego sacudir el mantel de mi mente llena de recuerdos.

Por Kosmisch

Gustos y sabores


Lo mio son las montañas, los ríos turbios, los mares, las claras aguas, los amaneceres, la mirada perdida en la lejanía de la luna, que nos observa siempre, a cada hora, como las estrellas acompañantes, distantes pero cerca nuestro, ya que nosotros también somos polvo de estrellas; La risa mañanera, los turbios cafés amargos, los mates y la niebla, los fríos y el abrigo acogedor, estoy seguro que de eso se trata mi sentir, mi querer, gustos y placeres de lo simple, que termina siendo lo grande, lo eterno, lo  dulcemente jugoso que termina siendo penetrante.

Por Kosmisch

martes, 23 de septiembre de 2014

Ya voy montaña


Sigo caminando, a la costa del camino silencioso, con mis piernas de acompañantes, sin rumbo fijo, que ellas decidan, con la música de mis pies al moverse, al deslizarse, con la trompeta a mis costados, cuando una calla no doblo, cuando una grita allí es donde giro mi cuerpo, me guía, me deja avanzar, ella comanda mis movimientos mas íntimos, mi destino, donde todo canta, las montañas claman, rugen, se retuercen, pero no se nota, que la caminata es lenta en su andar, en su avanzar permanente, ellas me gimen, me llaman, me señalan donde ir próximamente, hacia ellas, hacia sus brazos altos y anchos, hacia donde se ve mas cerca las estrellas, hacia donde canta la distancia, donde se retuerce el tiempo infinito, donde la presencia de ellas, son el clamor de una vida majestuosa e imponente.
Ya será natural en mi respirar su perfume de los cuatro elementos, confeccionados en su piel escamosa y clara, según donde apunte el sol sus rayos caloríficos, compartiéndome su arrogancia, su belleza, su naturalidad, su brillo, su sabiduría.
Ya se montaña amada que estaré a tu lado, pero ya estas en mi mente, te siento en mi, sos mi visión de futuro, estas frente mio, te siento, me llamas, sabia eres por tu antigüedad, has visto tantos vivir y morir que ya miras para otro lado. Ahora comprendo porque te respetan tanto los nativos de tus cercanías, eres infinita, moldeable, cambiante, eterna.

Por Kosmisch

lunes, 22 de septiembre de 2014

Música del silencio



Yo prefiero la música del silencio, esa que atesora los sonidos de mis mundos, de mil años, el sonido de la tierra, el derrumbe de los pastores y de las montañas, el silencio, tesoro natural para pocos y para muchos, para los que lo saben diferenciar notoriamente ya que es muy sutil su presencia. Fiel testigo del interior de nuestras cavernas, de interiores rugosos y finos, profundidad de cascadas y ríos. Silencio, lo que acontece luego de mojarnos la cara con agua del río y el placer que se siente al apagar el fuego de nuestro cuerpo y escuchar como se cierran silenciosamente el movimiento interior de nuestras entrañas.

Por Kosmisch

Cerrar y abrir


En esta silla donde me encuentro sentado, pacientemente miro amaneceres de este y otros mundos sobre la ventana que tengo enfrente, que da a la altura de mis ojos, silla de madera barnizada, recordándome a mi abuelo, carpintero de puro barniz, que tallaba madera con solo dos instrumentos, sus manos y su creatividad. Por esta abertura mencionada veo los mundos nacer, morir y renacer, todo con su constante ciclo, repeticiones varias y persistentes según las leyes de la vida, pero por cada cambio una frescura comienza, como cuando el cuerpo necesita cerrar y abrir los parpados para renovar la mirada hacia algo nuevo, todo esto con un propósito, el de sentirnos vivos, abrirnos y despertar a la verdad.

Por Kosmisch

sábado, 20 de septiembre de 2014

Dejando volar


La rosa vuela por el viento, su aroma la acompaña a todas partes ¿está cayendo o volando? no lo sabe, solo se deja fluir con esos brazos invisibles que la transportan a otros sitios, ¿termina o recién esta comenzando? se inquieta por quedar suspendida, pero el tiempo pasa, planea como las aves,  desea otro empujón de aire para retomar vuelo, quiere otro sacudón, ya que caía a tierra firme, pero su deseo se cumplio y la empujan hasta otro sitio y por fin se detiene, ahora en un río tranquilo que la transporta a una cascada burbujeante, desciende otra vez su sueño de llegar alto, pero tiene nueva fe en nuevas brisas, que la harán renacer de nuevo, para poder mirar el cielo mas alto que antes.

Por Kosmisch
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